El control de las malas hierbas que nazcan, especialmente las de hoja ancha, es fundamental para evitar los perjuicios y competencia que ellas ocasionan, cuales son el consumo de agua y nutrientes, entre otros.
Las siegas, realizadas con la periodicidad adecuada, además de favorecer un buen mantenimiento del cultivo, contribuyen a dificultar el desarrollo de las malas hierbas.
La escarda puede hacerse manualmente, pero si el tipo de césped y los cultivos próximos lo permiten utilícese un herbicida.
En tal caso síganse cuidadosamente todas las instrucciones y recomendaciones que para cada producto se indiquen, especialmente cuantas se refieren a dosificación, época, toxicidad y la fitotoxicidad que puede ocasionar en el propio césped y en cultivos próximos.
No deben aplicarse herbicidas en céspedes jóvenes, hasta transcurridos 3 o 4 meses de su nacimiento.
En un próximo día se resumiránn las principales materias activas y productos comerciales que pueden utilizarse.
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